Surge en mi la de ser un alma encarnada
y al parecer encargada, junto a Paulina y a mis hijos,
junto a Gabriela y junto, de diferentes modos, a varios otros,
de recuperar un encuentro en una dimensión más esencial de nuestras posibilidades.
Si,
el intento incluye pretender para mis hijos
el que no desaparezca en ellos un reconocimiento en su cotidiano
a la presencia de algo más pleno,
que ha de atenderse para bien de todos.
Seres Espirituales que,
sin ninguna otra pretensión que la de reconocer el hecho,
nos obligamos a sostener cierta disciplina
por la naturaleza del proyecto con el que nos comprometimos.
Es una opción abordar nuestra tarea para con nosotros de ese modo,
en el marco de un vivir siendo profesionales de servicio
con responsabilidades para con los otros,
decidir realizar el esfuerzo para generar un movimiento que se irradie como una respuesta en salud, en educación, en formación humana...
para incluir algún atributo en el cómo funcionamos.
Atributo accesible para ser incorporado más allá de cualquier riesgo,
cuando la persona que se interesa decide trabajar para incluirlo,
someterse a un aprendizaje.
Cuando decidimos buscar una conexión,
ahora mismo si nos interesa,
con la sensación corporal,
se abre, se integra una dimensión de vitalidad, una luminosidad a nuestro encuentro con el momento
Estoy ahora
Soy
Salto de la ausencia a la Presencia
Me doy cuenta que está todo pasando
Una vez aquí,
valorando la posibilidad funcional,
más allá de mis temores, de mis insuficiencias
Reconociendo que al desarrollar el cause desde donde recibo al todo
me voy haciendo cargo
Mi participación en mi vida se transforma,
me alcanza para distinguir la presencia de sutilezas, tesoros,
me lleva a decidir cultivar para mí y para todos, de modo sistemático,
las condiciones para facilitar el desarrollo de tal proceso
Ha sido evidente la trascendencia
a la hora de responder a las necesidades formuladas desde distintas fuentes del hacer,
en el encuentro que se ofrece para servir,
proponer un salto cualitativo en el ajuste
antes de sugerir conductas,
abrirse a una actitud,
a un ajuste en la categoría de la recepción para con el momento
Estar más concientes primero,
soltar el ego como única fuente de nutrición
y sentir a Dios
y reconocernos en un plano más sutil
que atemoriza
pero que se hace necesario para que así la ética sea lo obvio,
lo que corresponde,
más que una buena conducta un acto inteligente
funcionar con más inteligencia
...nuestro comportamiento es estúpido,
funcionalmente ciego para situarnos en la vida,
para sintonizar con su dinamismo
Es en ella donde viajamos, no en lo que pensamos de ella
por tanto es de inteligente procurar abrir nuestra conciencia para recibir a Dios,
a esa vida, con confianza,
con propiedad